lunes, 24 de febrero de 2014

Reseña: El Enigma de la Catedral, de José Pedro Gil Román

Título: El Enigma de la Catedral
Autor: José Pedro Gil Román
Editorial: Jirones de Azul
Nº Páginas: 389
Precio: 20 €
ISBN: 9788496790520


Argumento e impresiones:

Transcurre el año 1458 y en Sevilla se colocan las últimas piedras que transforman la mezquita en catedral.

Al pie de la Torre del Oro, un grupo de soldados espera bajo una tempestad el desembarco de un objeto que transporta una barcaza, lo cargan a hombros y se dirigen a la catedral, donde va a ser depositada en una galería subterránea de la capilla de San Isidoro.


Arco del Postigo del Aceite,
uno de los lugares en los que
se desarrolla la novela.
En 1992, en plena Exposición Universal, la catedral no resiste más el paso del tiempo y un incidente está a punto de provocar un desastre. Los pilares del trascoro amenazan con venirse abajo y acabar derribando la más grande de las obras góticas de toda la cristiandad. Cuando un estudio de arquitectura liderado por Don Jaime del Pozo intenta la restauración, empiezan los problemas. Muertes en extrañas circunstancias y sobre todo un asesinato de un sacerdote que dará al traste con la labor recién comenzada.

Tampoco faltan el amor y el desamor en la novela. El arquitecto Jaime del Pozo no está precisamente pasando por los mejores momentos de su matrimonio con Laura, una joven historiadora treintañera que acaba de dejar su trabajo como guía de una famosa empresa turística sevillana, quedando económicamente a expensas de su marido. Por su parte, en las investigaciones que está llevando a cabo Jaime, acabará conociendo a la Doctora Isabel Moreno, una de las más prestigiosas historiadoras del arte de la ciudad, con la que vivirá algo más que una intensa relación de trabajo.


Obras en la Catedral de Sevilla
Una vez visto el argumento, quisiera comentar primeramente que el libro no ha cumplido con las expectativas que tenía depositadas al comenzar la lectura del mismo. Desconozco si la historia es la mayor obra de intriga y suspense de la Catedral de Sevilla, tal y como reza su sinopsis, puesto que no he leído otras. Estoy de acuerdo en que la historia es buena, pero se desinfla bastante al final. De hecho, creo que el autor se mete en demasiados "berenjenales fantásticos" a lo largo del argumento y luego tira por el camino más corto para solventar toda la trama.

Tengo que hacer bastante hincapié en la gran cantidad de faltas de ortografía que posee el libro lo que, por otro lado, es un grave error por parte de la editorial Jirones de Azul. Además, hay muchos fallos de comunicación entre los personajes a lo largo de la novela como, por ejemplo, el fuerte contraste existente en determinadas situaciones que ocurren sin estar presentes algunos personajes y la rapidez pasmosa con que se enteran luego y se lo cuentan a otros.

En definitiva, me hace gracia la conexión que ha buscado el autor para sacarse de la chistera una historia ficticia -más propia de la literatura fantástica- para enlazar con
 la situación que viven actualmente los pilares de la catedral, los cuales llevan años encerrados en cinchos de acero para reforzar el peso de las bóvedas. 

Por todo lo dicho anteriormente, "El Enigma de la Catedral" es, desde que comencé a reseñar en este blog, la novela que más me ha decepcionado por lo que, siendo generoso, le otorgo una calificación de 3 puntos.


Nota: 3 / 5

lunes, 17 de febrero de 2014

Reseña: El aguador de Sevilla, de Francisco Robles

Título: El aguador de Sevilla
Autor: Francisco Robles
Editorial: Algaida
Nº Páginas: 326
Precio: 18 €
ISBN: 9788498778199


Diego Velázquez, uno de los grandes maestros de la pintura universal, fue un falsificador, y James R. Silver está dispuesto a demostrarlo. Con la ayuda de Luis —un joven crítico de arte en busca de su propia identidad— y de la hermosa Helen Apple, el eminente restaurador británico prepara un golpe de mano que conmocionará el mundo artístico. ¿Quién fue realmente Diego Velázquez? El aguador de Sevilla es un relato histórico sobre un genio de la pintura que cuestionó el orden social de su tiempo, pero también un trepidante thriller cuyos protagonistas cuestionan muchos dogmas de los mercados del Arte: un juego de espejos donde inevitablemente el lector acabará viéndose reflejado.

Argumento e impresiones:

El aguador de Sevilla, 1620
Apsley House (Londres).
El aguador de Sevilla es una de las más destacadas obras de juventud de Diego Velázquez, pintada en los últimos años de su estancia en Sevilla y conservada actualmente en el Wellington Museum, instalado en el palacio londinense de Apsley House, tras haber sido regalada por Fernando VII al general Arthur Wellesley en reconocimiento a su ayuda en la Guerra de la Independencia. 

En el libro, que lleva el nombre de la obra del genial pintor sevillano, su autor nos ofrece una cara diferente de Velázquez, su ambición por ser algo más que el pintor de cámara y su mayor obra de arte, la falsificación de su propia vida.

Con constantes saltos en el tiempo, entre los siglos XVII y XXI, la novela nos llevará a recorrer ciudades como Sevilla, Madrid, Londres y Roma.

El protagonista y narrador de la novela es Luis, un joven crítico de arte que intenta rehacer su vida después de una trágica pérdida. Siempre ha soñado con ser escritor y le llegará la oportunidad a través del encargo de James R. Silver, pintor frustrado considerado el mejor restaurador de obras de arte del mundo.


Silver sostiene la tesis de que Velázquez era un falsificador, un impostor más empeñado en el engaño que en la verdad de su arte. También defiende que el mundo del arte está asentado sobre una gran mentira y ha diseñado un plan diabólico para desenmascarar al pintor además de romper con los tópicos y mitos del mundo del arte.

Venus del espejo, 1647 - 51
National Gallery (Londres).
Para llevar a cabo su plan, solicita la ayuda de Luis y de Helen Apple, una atractiva periodista freelance. Silver está convencido de que la vida de Velázquez era un puzzle que el artista había diseñado milimétricamente y la misión de Luis es encontrar la pieza que falta para completar ese puzzle a través de pistas y claves escondidas en los cuadros del pintor.

La narración de la investigación se alterna con el relato de la vida de Velázquez, que comienza con su nacimiento y posteriormente con su obsesión por encontrar el lienzo adecuado que le sirviera como tarjeta de presentación para entrar en la corte del rey como pintor de cámara. De la mano del pintor descubriremos lo acertado de la descripción de la corte que realiza uno de los personajes: “en la corte se sabe todo y en la corte se oculta todo. En la corte no hay verdad que no tenga su correlato en la mentira y no hay falsedad que no se justifique con una verdad a medias”. 

Las Meninas, 1656.
Museo del Prado (Madrid).
En líneas generales, se trata de una buena novela. Creo firmemente que el autor se recrea demasiado en el lenguaje y, además, se repite demasiado. Las idas y venidas entre el siglo XVII y el XXI son demasiado caóticas, y despista más que ayuda a mantener la emoción. Tampoco es fácil de leer. La veo bastante barroca, acorde con el tema que aborda. Facilita mucha información con cantidad de citas que te hacen despistarte a veces del tema en cuestión. Cada capítulo representa a un cuadro del pintor. Sinceramente, he echado en falta un acompañamiento con imágenes de los cuadros representados en la novela. Aún así, si tienes curiosidad y buscas los cuadros que se citan, le sacas mucho más jugo y si, además, ahondas un poco documentándote sobre algunos personajes fundamentales en la trama de la vida del pintor, disfrutas del libro. De todas formas repito que es algo enrevesado.

Nota: 4/5

lunes, 10 de febrero de 2014

Reseña: El Juego del Ángel, de Carlos Ruiz Zafón

Título: El Juego del Ángel (Saga El Cementerio de los Libros Olvidados #2) 
Autor: Carlos Ruiz Zafón
Editorial: Planeta
Nº de Páginas:672

Precio: 24,50 €
ISBN: 9788408081180

Hace unos meses leí La Sombra del Viento, una novela que me encantó y que me dejó con ganas de más, y cuya reseña podéis leer aquí. Por esto, no he tardado mucho en continuar con la segunda novela de la tetralogía (la cuarta novela aún no se ha publicado) de El Cementerio de los Libros Olvidados.


Argumento e impresiones:

La historia se sitúa en la Barcelona de los años 20, es decir, en la misma ciudad que en la primera novela, pero unas décadas antes, por lo que podría considerarse una precuela.

Nuestro protagonista será David Martín, el chico de los recados de un conocido periódico, y cuyo sueño es llegar a convertirse en un gran escritor. Un día, gracias a su amigo y mentor Pedro Vidal, le llega la oportunidad de publicar sus propias historias en dicho periódico bajo un pseudónimo. David trabajará día y noche para escribir cada uno de dichos relatos que conforman la colección de La Ciudad de los Malditos, pero le merece la pena ya que por fin se gana la vida como siempre ha querido y dichas historias cosechan éxito desde el primer momento entre los lectores del periódico. Un día recibe una carta de un admirador y editor francés llamado Andreas Corelli, en la que le ofrece trabajar para él escribiendo un libro como nunca antes se ha escrito por una gran suma de dinero. Deseoso de firmar sus propias novelas con su nombre real y cansado de las circunstancias en las que se encuentra en ese momento, David decide aceptar dicho trabajo, lo que le llevará a vivir experiencias de muy diversa índole y verse envuelto en intrigas que pondrán su vida en peligro.


La historia en mi opinión está mucho menos trabajada que la primera novela. Por un lado, el primer tercio me gustó muchísimo, lleno de citas magníficas en las que merece la pena pararse unos segundos para releerlas tranquilamente. Por otro, y sobre todo en la sgunda mitad del libro, ha habido momentos en los que el ritmo ha decrecido demasiado, avanzando en la lectura sin que realmente ocurriera nada importante ni interesante en cuanto a la historia. Pienso que Zafón ha extendido demasiado algunas partes de la novela, y que perfectamente podría haberse ahorrado algunas páginas por no aportar nada y agilizar así un poco el ritmo de la trama. A esto hay que sumarle que El Juego del Ángel tiene muchos nexos en común con la primera novela. Demasiados, diría yo. Aunque en un principio me decepcionó un poco encontrar tantas cosas en común entre una novela y otra, de manera que casi parecía más estar leyendo una segunda versión de La Sombra del Viento que una segunda parte o precuela, pronto olvidé estos aspectos al sumergirme por completo en la lectura, gracias a la excelente prosa de Zafón, rica en detalles y descripciones con la que demuestra una vez más por qué es uno de los mejores autores contemporáneos de nuestro país.

Si La Sombra del Viento era una novela que reunía muchos ingredientes tales como la historia, el amor, la amistad o la intriga, en El Juego del Ángel hay que añadir, sobre todo, grandes pinceladas de fantasía. Y con fantasía me refiero a lo oscuro, místico y espiritual.

Los personajes tampoco son tan carismáticos y originales como en la obra anterior. No significan que sean malos o estén mal definidos, pero no he llegado a empatizar con ellos tanto en esta ocasión. Solo Cristina Sagnier me ha parecido un personaje bastante aburrido, por ser bastante lineal y encontrarla poco interesante y sin aportar nada relevante pese a tener bastante peso en la trama. En cambio, hay que destacar como mi personaje favorito a Isabella, una chica contestona y cabezota, muy inteligente e irónica que nos regalará magníficos diálogos con David Martín y que pondrá ese toque de humor que he echado más en falta en esta novela y que tan presente estaba en La Sombra del Viento mediante el personaje de Fermín Romero de Torres. Otro personaje que me ha gustado bastante es Andreas Corelli, un personaje muy enigmático y misterioso, del que conoceremos poco en esta segunda novela y solo podremos imaginar o suponer quién es realmente mediante pequeñas pistas, diálogos y descripciones que iremos recogiendo a lo largo de toda la lectura y, con imaginación, podremos juntar todas las piezas del puzzle. Sin duda un personaje muy interesante, aunque pienso que Zafón se sobrepasa en dotarle de misterio y no llegar a confirmar nuestras sospechas sobre su identidad.

El final me ha sorprendido gratamente al ser bonito, que no quiere decir que sea feliz. Un final muy misterioso y acorde con el resto de la lectura.

Para mí ha resultado ser un buen libro, aunque no llega a estar en ningún momento a la altura de La Sombra del Viento. Aunque se trate de una novela que no deja indiferente a nadie, pues o te gusta o la odias, yo sí lo recomendaría a todo aquél que se haya leído y le haya gustado la primera novela .




Nota: 3,5 / 5

lunes, 3 de febrero de 2014

Reseña: El ensayo sobre la ceguera, de José Saramago

Título: El ensayo sobre la ceguera
Autor: José Saramago
Editorial: Alfaguara
Nº Páginas: 424
Precio: 15 €
ISBN: 9788420442693


Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una «ceguera blanca» que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio.

Argumento e impresiones:

El libro comienza de una manera drástica: en una ciudad sin determinar, un conductor parado ante un semáforo en rojo se queda repentinamente ciego. A partir de este “paciente cero” se irá extendiendo esta suerte de epidemia que afectará a ladrones, aprovechados, amas de casa, agentes de seguridad…a todos los estratos y capas de la sociedad, incluido el oftalmólogo que trata los primeros casos. Se trata de una ceguera diferente a la acostumbrada negrura de siempre; esta es como una luz, una capa de pintura blanca justo en la retina de la que no te puedes desprender.

Cuando el hecho alcanza proporciones de pandemia, el gobierno, mezquino como él solo, decide echar mano de la vieja técnica de hacinamiento que, siglos y siglos de epidemias, nos han demostrado que de nada han servido, sólo para crear más miseria de la que ya existe.

En ese encierro permanente, la situación se irá volviendo cada vez más insostenible. Mala higiene, despreocupación total del pudor y el bienestar de los demás, la maldad más venenosa que nunca, y el caos, el horrible caos de una civilización destruida.

Un fotograma de la película "Blindness" (2008),
basada en el libro de Saramago.
Pero entre todos los ciegos, aún queda una persona cuyos ojos están sanos, que serán los que nos permitan contemplar el desarrollo de los acontecimientos: la mujer del oftalmólogo, que fingirá su ceguera para no abandonar a su esposo. Ella será la involuntaria protagonista y la depositaria del último reducto de humanidad y generosidad que quede en un mundo ciego. Se convertirá en la guía y apoyo de muchos de los afectados, la personificación de la importancia capital que puede llegar a tener la ayuda al prójimo.

Es en esta desesperante situación donde nos encontramos nosotros, lectores y espectadores de un espectáculo lamentable, que podría ser perfectamente un vaticinio de la realidad incipiente. Es José Saramago, Premio Nobel de Literatura en 1998, el encargado de darnos una lección con un puñado de palabras llenas de significado y dejarnos reflexionando sobre la importancia de reparar y ayudar, la importancia de ser solidario, del amor, y por último, de lo peligrosa que es la maldad. 

Ha sido una lectura magnífica pero, no obstante, no es apta para todo tipo de lectores. Saramago es una lectura densa. Es una lectura calmada, reflexiva, pausada, en donde el lector debe estar constantemente atento porque todo nos devela pistas sobre hacia dónde se encamina la reflexión de este autor. Para empezar, no he dado nombres de personajes, porque no los hay. Son completamente anónimos. Además, la prosa del autor no sigue ninguno de los esquemas al que nos tienen acostumbrados casi todas las demás novelas: no existen los diálogos directos, ni los signos de exclamación o interrogación, siendo la intención y entonación de las palabras las que nos den la clave para entender cuando se pregunta o se declama. Ni siquiera existe un solo punto y aparte en toda la obra, constituyendo un único bloque de texto que parece interminable, y eso puede traer consecuencias negativas en lectores de poca experiencia, tales como cansancio, aburrimiento o tal vez simple molestia.

¿Es un ensayo? No, no lo creo. Es una novela, pero cuenta una historia que te hace valorar y pensar, en un principio sobre la ceguera, cómo vivimos ahora y cómo nos cambiaría la vida si de repente fuéramos ciegos y si, para más desgracia -que nunca vienen solas-, todos a nuestros alrededor lo fueran también.

Pero yo creo que más te hace meditar sobre la degradación a la que podemos llegar las personas, cómo podemos cambiar, para bien o para mal, cuando nuestro mundo se derrumba, cuando todo lo que conocemos deja de existir, cuando ya no nos movemos en terreno conocido, indefensos ante todos y ante todo lo que nos sucede, incapaces de adaptarnos a un mundo sin comodidades, sin servicios, sin casa, sin comida, sin agua corriente, sin nada de lo que conocemos, casi en un terreno hostil o, cuando menos, inhóspito. ¿Seríamos capaces de empezar nuestra historia, la historia del hombre, desde cero, volver a nuestros inicios? Creo que ni nosotros mismos nos reconoceríamos.


Nota: 5/5