lunes, 2 de diciembre de 2013

Reseña: El año en que me enamoré de todas, de Use Lahoz

Título: El año en que me enamoré de todas
Autor: Use Lahoz
Editorial: Espasa
Nº Páginas: 304
Precio: 19,90 €
ISBN: 9788467025439


Esta es la historia de Sylvain Saury, un joven parisino adicto a la vida que se acerca peligrosamente a los treinta y que sufre el síndrome de Peter Pan. Tiene muchas virtudes: es sensible, bilingüe y sabe hacer amigos, pero también tiene grandes defectos: en cuestiones de amor no consigue pasar página, tiende a meterse donde no le llaman y el verbo madurar le asusta. Cuando recibe la propuesta de un trabajo mal pagado en Madrid no se lo piensa: prefiere vivir allí a salto de mata que hacerse adulto en París. Y, además, en Madrid vive Heike Krüger, su exnovia alemana, a quien no ha conseguido olvidar. Mientras se instala, Sylvain va trazando el plan de reconquista de Heike, pero el inesperado hallazgo de un manuscrito cambiará sus planes y le abrirá una ventana a una historia emocionante, llena de sorpresas y casualidades. Esta lectura trastocará su brújula y le recordará la gran verdad oculta tras la frase con la que le despidió de París su amigo Michel Tatin: «El corazón está para usarlo».


Al margen de una pequeña incursión en París, el escenario en el que transcurre la novela, con frecuentes paseos por otra parte de Sylvain es Madrid. Un Madrid por el que disfruta paseando, algo que no tiene muy difícil pues se instala en casa de unos amigos en la calle Rodríguez San Pedro, en el barrio de Argüelles.

El año en que me enamoré de todas es Premio Primavera de Novela 2013, un premio que desde 1997 en colaboración con Ámbito Cultural, concede la Editorial Espasa.

Argumento e impresiones:

Voy en primer lugar a referirme al título de esta novela, que considero un error porque lleva a confusión al posible futuro lector, pues da a entender que el libro tiene una temática diferente a la que realmente nos va a presentar. El título está tomado de una frase que aparece al final del libro y que dice El año que amé a todas las mujeres presentes en...
No es lo mismo. No se trata de las andanzas amorosas de un casi treintañero, que parece que se pasa un año como las abejas picando de flor en flor, de mujer en mujer. En realidad el protagonista, Sylvain Saury, está obsesionado con una única mujer que le dejó y que le ha marcado de tal modo, que está obsesionado con ella, incapaz por ello de ver más allá de su propia nariz.


Sylvain Saurin es un joven periodista parisino de madre española a punto de cumplir los treinta años. Como es bilingüe recibe una propuesta de trabajo de un periódico de esos que se reparten gratuitamente para ir a trabajar a Madrid.

Pese a que el trabajo está mal pagado, decide aceptar la propuesta e irse a vivir a Madrid. Entre otras cosas porque allí está viviendo ahora Heike Krüger, su exnovia alemana, por lo que su viaje a Madrid es un intento desesperado de reconquistarla. 

Los capítulos iniciales son algo flojos, describiendo un ambiente más bien típico de veinteañeros universitarios fuera de casa que, cuales Peter Pan, viven en un mundo precario en el que continúan adelante a base de sexo y alcohol los fines de semana, viviendo al día porque el futuro les es negado, anclados en una perpetua adolescencia.

Afortunadamente, el discurrir del libro cambia radicalmente cuando Sylvain encuentra el manuscrito de un futuro libro que como tal nos es poco a poco introducido en la novela. Esta si que es una historia interesante, diferente, original: el amor de un niño enamorado de su profesora que se fija como objetivo llegar a casarse con ella, un empeño en el que no cejará con el paso de los años.

Esta historia sirve al autor para mostrarnos dos concepciones totalmente distintas de la vida, en dos personas de la misma edad pero en la que uno parece un crío y el otro casi un viejo.

Metodio y Sylvain tienen la misma edad. Pero mientras Sylvain tiene un trabajo precario, sin un euro de ahorros en el banco y un presente sentimental que es una ruina, Metodio tiene un próspero negocio propio, una buena casa y una familia en la que no falta una hija adoptada. Esto hace que, a veces, veamos cómo Metodio trata a Sylvain como si fuese su propio hijo.

Por cierto, mucho más adecuado hubiera sido el título de la novela que encuentra: Abierto por amorya que es a partir de aquí cuando la novela comienza a ganar muchos enteros. No es una cuestión de que estuviera mal escrita, ni mucho menos, sino que la temática tal cual se desarrollaba hacía que la historia no me interesase para nada, algo que cambia con la introducción de dicho relato.

Otro de los aspectos que no me ha gustado del libro es sus frecuentes incursiones al francés. Vale que el protagonista lo sea y que no es de extrañar que en ocasiones se exprese en su idioma, pero no estaría mal una traducción entre paréntesis o a pie de página, ya que al recurrir a un traductor, se entorpece la lectura.

En resumen, se podría decir que estamos ante una historia que va de menos a más, porque la sensación que tienes al acabar el libro es otra, haciendo que valores la novela más alto. Es un libro corto, con un vocabulario sencillo y que prácticamente se devora pues, hay que reconocerlo, en ningún momento su lectura se hace pesada.
Nota: 4 / 5

1 comentario:

Damek dijo...

En esta ocasión on me llama mucho la temática del libro, aunque no tiene mala pinta. Me alegro de leer tu reseña y conocer sus puntos fuertes y débiles. Coincido en que el título parece pertenecer más a una novela juvenil que a una adulta.